Desarrollo
Cada participante
elige un amigo secreto, preferentemente entre los compañeros que menos
frecuenta. También se puede hacer por sorteo secreto. No se revela el nombre a nadie, ni siquiera al interesado. durante un
tiempo determinado, cada uno va a estar atento a las cualidades y valores de
este amigo secreto, apuntando las situaciones que le han ayudado a conocerle.
Una vez terminado el tiempo, cada uno escribirá una carta a su amigo,
explicándole lo que le parecía de él. Luego cada uno se lleva su carta y la
lee. Al día siguiente de la lectura será interesante compartir con la persona los
sentimientos vívidos.
Al evaluar, puede
tratarse de compartir los sentimientos vividos, descubrimiento de varias
personas, toma de confianza con el nuevo amigo, etc. Valorar el juego en
relación a situaciones de la vida diaria.