Desarrollo
Se coloca todo el grupo unido en un espacio abierto. Dos de los integrantes del grupo de ponen a cada extremo, de tal manera que el grupo forme una muralla entre los dos individuos.
El monitor les da un mensaje a cada uno de los individuos que se sitúan fuera de la muralla, que tiene que decirse en voz alta. El grupo que forma la muralla tiene que gritar, o hablar alto, impidiendo que los dos participantes que se sitúan fuera de la muralla, puedan comunicarse.
A partir de ahí se trabaja con los niños las veces que los mensajes negativos de los demás y el ruido de la sociedad, no nos dejan ver lo positivo del otro. Reflexionar terminada la técnica, sobre el sentimiento de impotencia por no poderse comunicar debido al alto nivel de ruido, de no ser escuchado.